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Es, sin duda, una de las grandes noticias del año: ¡este verano, el parque del Principito recibirá los primeros visitantes!

La historia nació de un encuentro entre varios actores apasionados y un lugar maravilloso:

Por un lado, la empresa Aérophile, una pyme francesa fabricante de globos cautivos, que ha levantado globos en los cuatro rincones del planeta y que recientemente se ha sacado de la chistera el Aerobar, la nueva atracción del parque de Futuroscope, un globo-bar a 35 metros de altura. Jérôme Giacomoni y Matthieu Gobbi, ambos apasionados por los globos, comparten desde hace más de 20 años su pasión por el vuelo con 500.000 personas cada año.

Por otro lado, un lugar magnífico en Ungersheim, a unos veinte quilómetros de Mulhouse y Colmar, a los pies del macizo de los Vosgos, en la región francesa de Alsacia, al nordeste del país, en la frontera con Alemania y Suiza. En este lugar donde se ubicará el futuro parque que acogerá al Principito cayó el 7 de noviembre de 1492 el primer meteorito que pudo estudiarse y conservarse.

Y finalmente, el espíritu y los valores del Principito encarnados en el parque que nos invitan al sueño y al viaje. En palabras de Olivier d’Agay, sobrino nieto de Saint-Exupéry y director de la marca:

«No nos podíamos imaginar un regalo mejor para celebrar los 70 años de El Principito. Se trata de un entorno magnífico donde los niños podrán revivir la aventura del viaje mágico del héroe Antoine de Saint-Exupéry, el tiempo de un trayecto».

 

partenairesJérôme Giacomoni, Olivier d’Agay y Matthieu Gobbi.